La provincia de Alicante es tierra de contrastes y es una de las más diversas de España por ser una de las más montañosas. En pocos kilómetros podemos pasar de un valle a una cima de más de 1.000 m., de un paisaje de grandes elevaciones rocosas en el interior a una llanura de huerta en la vega de un río o a la zona litoral. Por ello disfruta variedad de climas, siempre suavizados por las brisas del Mediterráneo.
En la Costa Blanca se dan orografías abruptas donde los principales ríos labran angostas gargantas. Esto junto con el marcado clima mediterráneo que se acentúa por la orientación norte-sur de nuestra provincia, genera una elevadísima biodiversidad con numerosos hábitats que se ven perfectamente representados en los 10 parques y reservas naturales que salpican la provincia.
Vivimos un momento en el que necesitamos volver a reconectar con la familia y las amistades, con los viajes y la vida, pero también, con la Naturaleza. La vida en el campo supone, pues, una inmersión en este entorno que ofrece paisajes únicos, variados y sorprendentes. Además de un patrimonio arqueológico de pinturas rupestres y restos íberos, romanos o árabes.
Vivir cerca de uno de estos enclaves de naturaleza es un privilegio y puede ser la mejor decisión llegado el momento. Adquirir una pequeña villa rural o una casa de campo antigua en la provincia de Alicante, siempre es un acierto.
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